Descripció del projecte

Las playas son uno de los recursos turísticos más importantes de España donde la mayoría de los usuarios disfrutan de actividades acuáticas, especialmente durante las temporadas de primavera y verano debido a las condiciones climáticas favorables del país. Estos ambientes pueden llegar a ser entornos peligrosos donde los usuarios se ven expuesto a distintos tipos de riesgos como la presencia de medusas, un fenómeno natural que se ha convertido en un hecho frecuente.

Los cnidarios, grupo animal que engloba a las medusas, poseen unas células distintivas denominadas cnidocistos. En concreto, estas células se distribuyen por toda la epidermis, pero son más abundantes en los tentáculos. Sus funciones están relacionadas con la captura de presas y la defensa contra depredadores. Esta célula nucleada produce, mediante secreción del aparato de Golgi, un orgánulo denominado nematocisto, el cual ocupa la mayor parte del citoplasma. El nematocisto consta de una cubierta situada en la parte superior señalada como opérculo, la cual se abre cuando se produce un estímulo químico o mecánico detectado por el cnidocilo, un cilio situado en el perímetro de la célula. Ante esta situación se inicia el proceso de descarga, uno de los procesos de exocitosis más rápidos conocidos hasta el momento, donde la célula responde automáticamente disparando el filamento y liberando el veneno en el torrente sanguíneo.

La composición del veneno de las medusas es poco conocida hasta el momento. Algunos estudios revelan que las toxinas que componen el veneno pueden llegar a causar serios efectos neurotóxicos, cardiotóxicos, citotóxicos y hemolíticos, provocando riesgos para la salud humana. Los venenos de algunas especies de medusas presentes en el Mar Mediterráneo están catalogados como venenos de toxicidad media-alta. Ejemplares como Pelagia noctiluca, una de las especies de medusas más importantes del Mar Mediterráneo en el sentido de la gravedad y abundancia de su picadura, generan riesgos para la salud pública. El contacto accidental con los bañistas y la subsecuente liberación del veneno puede provocar daños en la piel humana llegando a causar reacciones sistemáticas y locales como diarreas, vómitos, mareos, eritemas y dermatitis, entre otros.
A pesar de la importancia socio-económica y sanitaria generada y de que en algunas zonas de la costa española las asistencias por picadura de medusas representan entre el 50 y el 70% de las asistencias totales, en la actualidad, no existe consenso acerca de cuáles son los protocolos de primeros auxilios más adecuados.

La empresa ISDIN, junto con la el Instituto de Ciencias del Mar del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (ICM-CSIC) propone un proyecto para estudiar la morfología, estructura, funcionalidad y composición del veneno de los cnidocitos de la medusa Pelagia noctilica con el objetivo de aportar nuevas propuestas que permitan elaborar protocolos de actuación de primeros auxilios ante la picadura en base a nuevos productos.