Rosa Maria Sebastián es primera mujer que dirige el PRUAB (el Parque de Investigación de la UAB), después de tomar el relevo a Javier Lafuente, anterior rector de la universidad. El Parque de Investigación UAB es una fundación sin ánimo de lucro, creada por tres entidades líderes en investigación: la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentaria ( IRTA). Su misión es impulsar y mejorar las actividades de transferencia de tecnología y conocimientos de sus miembros, promover la actividad emprendedora mediante la creación de nuevas empresas basadas en la investigación y, en general, facilitar la interacción entre la investigación, el mundo empresarial y la sociedad.
Su investigación ha evolucionado desde el estudio sintético de pequeñas moléculas hasta llegar a la preparación de materiales poliméricos. Actualmente supervisa un grupo de investigación consolidado financiado y ha tutorizado nueve tesis doctorales y siete en desarrollo. Además, ha participado en cuatro proyectos competitivos y quince contratos con empresas, de los que se han derivado doce patentes en explotación, dos Doctorados Industriales y el Premio Nacional de Investigación en el Partenariado público-privado entre la UAB y Henkel KGaA & Co.
- En primer lugar, enhorabuena por el nombramiento como nueva directora del PRUAB, el Parque de Investigación de la UAB y por ser la primera mujer en presidir el Parque. ¿Cómo ves el futuro de la investigación en el contexto que vivimos con la pandemia del coronavirus SARS-CoV-2?
Gracias por la felicitación. Es un honor poder ser la directora del PRUAB y tener la posibilidad de aportar mi granito de arena con mis ideas y mi trabajo para conseguir dinamizar la transferencia de tecnología y conocimiento desde la Universidad y de centros de investigación de la nuestra Esfera, y poder innovar en los retos que nuestra sociedad nos pide. El hecho de ser la primera mujer es importado por mostrar a las nuevas generaciones, con un ejemplo más, que las mujeres podemos ocupar cualquier cargo directivo.
En relación a tu pregunta, creo que esta situación de pandemia, que nadie podía prever en nuestra época, ha hecho que la sociedad y los gobiernos se den cuenta de la gran importancia de investigar. Evidentemente en estos momentos es la investigación centrada en temas de biomedicina, virología y biotecnología, por el desarrollo de las tan esperadas vacunas, la más popular.
Los científicos se han reorientado rápidamente para dar respuestas a las necesidades de la población, lo que nos ha dado un valor que hasta ahora no era muy reconocido. Y esto ha podido hacerse gracias a sus conocimientos ya su capacidad de adaptación hacia las necesidades. Esperamos que esto se transforme en los próximos años en una mejora de la financiación de este sector, aunque creo que todavía tendremos que esperar, dada la situación actual de crisis económica.
Por otra parte, esta situación ha potenciado la colaboración entre diferentes grupos de científicos, que han compartido sus resultados con el fin de conseguir sus metas de forma mucho más rápida. Esto nos ha demostrado a todos los científicos las grandes ventajas que supone trabajar con ciencia abierta, compartiendo todos los resultados; potencian cada vez más las entidades oficiales que proporcionan principalmente nuestra financiación.
- Como directora del PRUAB y vicerrectora de Innovación y de Proyectos Estratégicos de la UAB, ¿se han marcado nuevas metas para potenciar la transferencia de conocimiento y la investigación colaborativa?
Desde la UAB y el PRUAB, ya se realizan esfuerzos en esta dirección día a día. Debemos poder retornar a la sociedad que nos financia, conocimientos y tecnología que puedan mejorar la calidad de nuestra vida. Evidentemente, el equipo actual de gobierno, y yo misma como miembro, seguiremos apostando por promocionar esta transferencia de conocimiento y la investigación colaborativa.
La UAB es una universidad multidisciplinaria y esto nos abre un gran abanico de posibilidades para realizar investigación colaborativa entre los propios grupos, pero también con empresas para lograr retos complejos. por un lado proyectos europeos multidisciplinares en los que participen diferentes investigadores, pero también empresas. Convencer a una empresa para participar en proyectos financiados por la administración no siempre es fácil, ya que los resultados se obtienen a largo plazo, y el sector empresarial trabaja en otra escala de tiempo, generalmente diferente a los centros de investigación. Pero, en este punto, la existencia de relaciones previas, como los Doctorados Industriales, ayudan a establecer una confianza. que permite llegar cada vez más lejos trabajando en su conjunto.
El PRUAB es nuestro punto de conexión más visible con el entorno industrial y el resto del territorio (administraciones públicas y el tercer sector), ya través de él, principalmente debemos conseguir ganar esa confianza e interés de las empresas hacia el resultados obtenidos en nuestra comunidad y potenciar sus colaboraciones.
Para llevar a cabo parte de estas acciones que acabo de comentar, la UAB a través del PRUAB participa en el Hub b30, una red de innovación abierta, que ayuda a promover la colaboración, el desarrollo económico y la cohesión social del territorio que rodea a nuestra entidad.
Hasta ahora se han hecho bastantes acciones promovidas por el PRUAB, pero todavía deben aumentar orientándose hacia alcanzar unos objetivos más concretos, para conseguir aumentar esta investigación colaborativa tan importante para mejorar nuestra sociedad, valorizando los conocimientos aportados por la UAB.
- Sobre los Doctorados Industriales ya tienes experiencia, ¿has dirigido dos tesis de Doctorado Industrial? ¿Cómo ha sido la experiencia con la investigación colaborativa?
Si, efectivamente, he dirigido dos Tesis de Doctorado Industrial y ahora esperamos la última resolución, puesto que hemos pedido otro desde nuestro grupo de investigación, en la que participo.
La experiencia de la investigación ha sido muy buena. Estos doctorados permiten realizar una simbiosis entre el conocimiento que disponen los investigadores en las universidades y las necesidades empresariales. Creo que es un proceso muy enriquecedor por ambas partes.
Nos ha aportado experiencia sobre el mundo industrial. Como he comentado antes, nos ha ayudado a generar confianza en las empresas y nos ha abierto la posibilidad de establecer colaboraciones posteriores. También nos ha dado experiencia en nuevos temas de investigación, que no eran los que en un principio trabajábamos, pero que se han convertido en nuevas líneas de investigación del grupo. Concretamente, yo trabajaba en temas de catálisis con moléculas pequeñas, y ahora buena parte del grupo trabaja en el campo de los polímeros, justamente el ámbito en el que se han centrado los dos Doctorados Industriales que ya han finalizado. Estos doctorados nos han dado una visión de los retos de la sociedad y nos hemos redirigido hacia ellos. También tenemos una visión mucho más abierta hacia colaboraciones industriales y le hemos perdido el miedo a no estar preparados para dar la respuesta que la empresa pide. Y lo que es también muy importante, hemos aprendido a tratar con nuestros compañeros investigadores industriales, y hacerles ver el valor que podemos ofrecerles.
La mayor parte de los investigadores en las universidades y centros de investigación nos centramos principalmente en realizar investigación fundamental, y aunque actualmente, las entidades que nos la financian, cada vez más piden que esta investigación se oriente hacia los retos de la sociedad, todavía estamos bastante lejos de aplicaciones reales. Aunque también se patenta más tecnología y conocimientos en las universidades, la capacidad de transferirlas a empresas o generar spin-off es todavía muy reducida, comparada con todos los resultados que se generan.
Los Doctorados Industriales ofrecen la posibilidad a los investigadores de aplicar sus conocimientos para lograr retos industriales, que siempre están muy cerca de aplicaciones reales para ofrecer a la sociedad.
Este tipo de proyectos permiten abrir la mentalidad de los investigadores de las instituciones públicas, dándose cuenta de su capacidad de poder actuar sobre necesidades reales, pero también permiten que los industriales aprendan a valorar las capacidades que estos investigadoras de instituciones públicas pueden ofrecerles . Este trabajo conjunto genera confianza entre los diferentes actores que se traduce, en muchas ocasiones, en mayores colaboraciones futuras.
No debemos olvidar el objetivo principal de estos Doctorados Industriales que es dar una gran oportunidad a los estudiantes, que alcanzan unos conocimientos y competencias de trabajo similares a los que se obtienen con un doctorado no industrial, pero la vez se forman en cómo piensa y funciona una empresa, habilidades que, los otros doctores que generamos no pueden alcanzar.
Creo que son una iniciativa muy buena para todos los actores, por eso, en nuestro grupo, seguimos participando siempre que tenemos la oportunidad.
- A menudo existen investigadores recelosos de los que las empresas accedan a publicar resultados. ¿Cree que actualmente existen mecanismos suficientes para que esto no suponga un impedimento para avanzar la investigación y publicar resultados?
Un Doctorado Industrial, con la experiencia que supone, ya es un valor importante para un investigador. Además, genera confianza con la empresa, hecho que le puede reportar otras colaboraciones (convenios, proyectos, etc.) que no deben despreciarse. Si bien es cierto que es necesario que el investigador esté preparado para no publicar, ya que las empresas son bastante reacias, pero sí que se pueden patentar resultados, y esto es aún más importante, aunque no siempre tanto valorado como un artículo! ¡Pero esto, tengo confianza, que irá cambiando!
Por suerte, cada vez más, se valora en los currículos de los investigadores su participación en proyectos de transferencia y su participación como inventores de patentes en explotación. Esto favorece que los investigadores no se preocupen tanto por no poder publicar, beneficiando iniciativas como los Doctorados Industriales.
Si bien es cierto que la mayoría de empresas no están acostumbradas a publicar, muchas veces esa posibilidad existe. En general, las mayores empresas reconocen que es importante que se visualice que dedican parte de su presupuesto a investigar, y aceptan las publicaciones, siempre que no afecte a la explotación de los conocimientos generados.
Cada situación es diferente, pero los investigadores, cuando deciden participar en un Doctorado Industrial, deben ser capaces de ver el potencial que éstos pueden aportarles, para redirigir sus líneas de investigación, para abrir nuevos retos que pueden afrontar en un futuro , etc. y no sólo valorar la posibilidad de publicar o no.
El proceso es muy enriquecedor como ya he comentado. Además, los investigadores, y más aún los profesores universitarios, tenemos como objetivo formar doctores. Para los estudiantes, la posibilidad de hacer un Doctorado Industrial es muy buena, ya que aprenden a realizar investigación aplicada, aprenden cómo funciona una empresa, cuáles son los criterios que se valoran y las cualidades que buscan en su personal, y eso tiene mucho valor por ellos. O sea que sólo por eso, para poder ofrecer a los estudiantes esta oportunidad, ¡ya deberíamos tener suficiente!
- Seguimos con la investigación colaborativa de los DI, donde la universidad y la empresa comparten objetivos y recursos. ¿Qué crees que puede aportar esta investigación aplicada a la sociedad? ¿Puedes ponernos algún ejemplo de ese impacto en tu campo? ¿Crees que también ayuda a visibilizar la investigación básica en la sociedad?
¡La investigación aplicada a la sociedad aporta bienestar! Cuando se realiza una investigación industrial, evidentemente la empresa quiere ganar dinero, pero debe estar centrada en unas necesidades de la sociedad. Si se logra dar respuesta a esta necesidad, todo el mundo gana.
Desgraciadamente, de los dos DI en los que hemos participado, no hemos obtenido patente alguna en explotación. En uno de los casos, se estudió la posibilidad de generar una, pero finalmente no se optó por esa opción. Eso sí, pudimos publicar los resultados en una revista de alto impacto. Pero sí quiero aprovechar para hacer constar que otras colaboraciones con la misma empresa, que se generaron por esa confianza que comentaba antes, en la que el Doctorado Industrial ha jugado un papel protagonista, han dado al grupo más de 12 patentes en explotación , en la preparación de monómeros y polímeros por diferentes aplicaciones industriales en el campo de las pegatinas.
En estas aplicaciones industriales, la investigación básica queda escondida detrás de la producción industrial. Lo que debería hacerse llegar a la sociedad es que todo avance tecnológico o social tiene última investigación básica, aunque quede escondida por las aplicaciones finales.
Para llevar a cabo los dos Doctorados Industriales en los que hemos participado, hemos estado consultando todo el tiempo artículos científicos resultantes de la investigación básica de otros investigadores, junto con los conocimientos previos obtenidos en las empresas. Sin ese input, es difícil avanzar. Podríamos decir que la investigación básica corresponde a los ladrillos que permiten construir los retos industriales. ¡Viendo la construcción final no podemos olvidar que se sustenta por estos ladrillos!
- En un proyecto DI los doctores industriales actúan como nexo de unión entre ambos entornos y ayuda a consolidar relaciones de transferencia de conocimiento, ¿crees que es un primer paso para que la industria integre mejor la figura del doctor dentro de sus instituciones?
Evidentemente, sin lugar a dudas!! En muchos casos los doctores formados acaban integrados en las empresas donde han realizado el doctorante o en otras muy cercanas. Están muy bien formados, y el hecho de que tengan la formación básica de doctores más los conocimientos sobre cómo funciona una empresa y sus necesidades, les da un valor adicional respecto a los doctorandos convencionales. Les resulta más fácil incorporarse al mercado laboral.
Por la empresa, un doctor es un activo muy importante. Por nuestra experiencia, la empresa quiere mantener a esta persona, y utiliza el Doctorado Industrial para formarla con el perfil que ella necesita para reforzar su estructura en investigación. Creo que la iniciativa de los Doctorados Industriales en ese sentido es un éxito.