Hacia una progesterona oral más eficaz y segura. Un doctorado industrial diseña un medicamento para transformar la salud femenina

La doctoranda industrial, Ana Isabel Gavilan Marti

La nueva formulación en comprimidos de liberación modificada busca reducir efectos adversos como la somnolencia y optimizar la dosificación, especialmente en tratamientos de fertilidad. Impulsado en el marco del Plan de Doctorados Industriales, el proyecto aúna la experiencia de la farmacéutica SEID SA y el conocimiento del Servicio de Desarrollo del Medicamento de la Universidad de Barcelona.

El equipo de investigación de la farmacéutica catalana SEID SA y de la Universidad de Barcelona, liderado por la doctoranda industrial Ana Isabel Gavilan Martin, está desarrollando una nueva formulación de progesterona natural en comprimidos orales de liberación modificada. El proyecto, que se encuentra actualmente en fase de preformulación, tiene como objetivo crear un medicamento más eficaz, seguro y cómodo para las pacientes que requieren tratamientos hormonales en ámbitos como la ginecología, la obstetricia y, de forma destacada, la reproducción asistida. Esta innovación busca superar los retos históricos de la progesterona oral, como la baja absorción y efectos secundarios, a la vez que optimiza los costes de producción industrial.

Desde el punto de vista de la salud de la mujer, la progesterona natural es una hormona fundamental, esencial en la regulación del ciclo menstrual, el mantenimiento del embarazo y en terapias de soporte durante la menopausia o en tratamientos de fertilidad. Pese a su importancia, su administración siempre ha supuesto un desafío para la tecnología farmacéutica. " Su escasa biodisponibilidad por vía oral constituye una limitación significativa, lo que convierte el desarrollo de formas farmacéuticas orales eficaces en un reto tecnológico relevante" , señala Gavilan, la doctoranda industrial del proyecto.

Durante años, la vía parenteral (inyectable) fue la única opción viable para garantizar su eficacia, una solución invasiva e incómoda para las pacientes. La situación mejoró en la década de 1980 con la llegada de la progesterona micronizada (se trataba de un proceso para reducir el tamaño de las partículas del medicamento para facilitar su absorción), formulada en cápsulas blandas oleosas. Éste fue un avance notable, pero no la solución definitiva, comenta también Gavilan.

En cuanto al tratamiento actual todavía presenta importantes inconvenientes, ya que el proceso de fabricación de las cápsulas blandas es costoso y complejo. Además, en tratamientos como los de reproducción asistida, las dosis suelen ser muy elevadas para compensar la baja absorción, lo que provoca efectos adversos como somnolencia, mareos o aturdimiento, que afectan directamente a la calidad de vida de las pacientes.

La innovación: comprimidos de liberación modificada

Ante este escenario, el proyecto de doctorado industrial entre SEID SA y la Universidad de Barcelona plantea una solución innovadora: desarrollar comprimidos de liberación modificada. A diferencia de un comprimido convencional que libera el principio activo de golpe, esta tecnología permite que la progesterona se libere de forma gradual y controlada en el organismo.

Así pues, el objetivo principal de esta investigación estratégica es " mejorar el perfil farmacocinético del principio activo ofreciendo un medicamento por vía oral más eficaz, con menos efectos adversos y más cómodo para las pacientes ", comenta el equipo del proyecto. Dicho de otra forma, se busca que una mayor cantidad de medicamento llegue a la sangre de manera constante y durante más tiempo, evitando los picos de concentración que a menudo causan los efectos secundarios.

Gavilan concreta que una de las hipótesis clave es que una formulación de liberación prolongada podría favorecer la absorción de la progesterona a través de la vía linfática. Este mecanismo alternativo permitiría reducir el llamado “ efecto del primer paso hepático ”, un proceso en el que el hígado metaboliza y elimina gran parte del fármaco antes de que éste pueda actuar, obligando a administrar dosis más altas. Si se logra, una mayor cantidad de progesterona intacta alcanzaría la circulación sistémica, mejorando su eficacia.

El desafío de la formulación

La doctoranda reconoce que el camino para crear este nuevo medicamento es complejo y requiere gran precisión científica. Es por eso que uno de los principales retos técnicos es la naturaleza misma del principio activo: " la progesterona es un principio activo caracterizado por su baja solubilidad acuosa, lo que limita la absorción y puede comprometer su biodisponibilidad ", explica Gavilan.

Aquí es donde entran en juego los estudios de preformulación, una fase crucial del proyecto. Estos estudios son la base sobre la que se va a construir todo el medicamento. Según el equipo, “ tienen como objetivo caracterizar las propiedades físico-químicas del principio activo, así como analizar su estabilidad ante factores críticos como la oxidación, la temperatura, la humedad y la luz ”. Además, en esta etapa se analiza la compatibilidad de la progesterona con los excipientes, que son los componentes inactivos del comprimido (como aglutinantes o recubrimientos). La elección de estos excipientes es vital, ya que “ tienen la función de facilitar la administración del medicamento, proteger el principio activo de la degradación y garantizar una liberación adecuada que optimice su biodisponibilidad ”.

Paralelamente, durante la investigación se realizan exhaustivos estudios de estabilidad, unos ensayos que permiten “ obtener evidencia científica sobre la evolución de la calidad del medicamento a lo largo del tiempo, lo que resulta fundamental para establecer su vida útil y definir las condiciones óptimas de almacenamiento ”. En pocas palabras, sólo garantizando que el medicamento mantiene sus propiedades intactas puede asegurarse su eficacia y seguridad a largo plazo.

La doctoranda industrial Isabel Gavilan con el responsable de empresa del proyecto en SEID, Miguel Ángel Vila Fernández

«El principal objetivo de esta investigación estratégica es mejorar el perfil farmacocinético del principio activo ofreciendo un medicamento por vía oral más eficaz, con menos efectos adversos y más cómodo para las pacientes.»

Una alianza estratégica entre industria y academia

El éxito de un proyecto como éste no depende sólo de la ciencia, sino también de la colaboración. Este doctorado industrial une a dos actores clave del ecosistema catalán. Por un lado, del sector socioeconómico participan los Laboratorios SEID , una compañía farmacéutica con más de 65 años de experiencia y especializada en la salud de la mujer. Con sede en Lliçà de Vall (Barcelona), SEID aporta su visión industrial, su conocimiento del mercado y su capacidad para llevar un producto desde el laboratorio hasta las farmacias.

Por su parte, por la parte académica colabora el Servicio al Desarrollo del Medicamento (SDM) de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona, un centro de referencia en transferencia tecnológica. Fundado y dirigido por el dr. Josep Maria Suñé Negre, el SDM tiene más de 25 años de experiencia y ha participado en más de 300 proyectos industriales que han resultado en más de 100 productos comercializados. Esta trayectoria aporta un rigor científico y una experiencia en desarrollo galénico que son indispensables por un proyecto de estas características.

Esta colaboración permite el viaje del nuevo medicamento, que comienza en las instalaciones del SDM, donde se desarrolla una formulación robusta. Posteriormente, el conocimiento académico se transfiere a SEID, que se encarga de los estudios preclínicos y, por último, de las fases clínicas con pacientes. Una vez validada la seguridad y eficacia, será SEID quien presente toda la documentación a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) para obtener la autorización de comercialización.

Actualmente, el proyecto se encuentra en la etapa de estudios de preformulación y estabilidad. Aunque el camino es largo, si los resultados son positivos, el equipo estima que la nueva formulación podría estar lista para las primeras pruebas clínicas en un plazo de entre 12 y 24 meses. En consecuencia, los potenciales beneficios para las pacientes son múltiples y significativos. En primer lugar, la reducción de los efectos adversos como la somnolencia o los mareos. En segundo lugar, la posibilidad de optimizar las dosis que en algunos tratamientos llegan a ser muy altas. Esta mejora no sólo aumentaría el confort y la calidad de vida de las pacientes, sino que también favorecería una mejor adherencia al tratamiento, factor clave para su eficacia.

En el contexto de la reproducción asistida, el impacto podría ser aún más profundo. Como explica el equipo, " el desarrollo de terapias hormonales más eficaces y seguras representa un avance fundamental ". Por tanto, una formulación que permita una dosificación precisa y una absorción eficiente “ favorece la implantación embrionaria, incrementa las tasas de éxito de los ciclos y reduce la necesidad de repetir tratamientos ”. Estos avances, concluye Gavilan, disminuyen el estrés físico y emocional que sufren las mujeres en estos procesos.

El director de tesis Josep Maria Suñé Negre junto a la doctoranda industrial Ana Isabel Gavilan Martin

«Formar parte de un proyecto que puede transformar el ámbito de la salud femenina representa un profundo compromiso con una causa a menudo invisibilizada pero esencial.»

Una apuesta por la salud femenina

Más allá de la innovación farmacológica, proyectos como éste tienen un profundo significado social y profesional. La doctoranda industrial es clara en este sentido: " formar parte de un proyecto que puede transformar el ámbito de la salud femenina representa un compromiso profundo con una causa a menudo invisibilizada, pero esencia el". Durante décadas, muchos problemas de salud que afectan específicamente a las mujeres han sido infrarrepresentados en la investigación, e iniciativas como ésta ayudan a corregir este desequilibrio. Esta tarea, continúa Gavilan, " supone formar parte activa de un cambio necesario hacia una medicina más inclusiva, humana y consciente de las necesidades específicas de las mujeres a lo largo de todas las etapas de su vida ".

El desarrollo de un nuevo medicamento es un camino lleno de retos. Por eso, el equipo aconseja a los nuevos doctorandos industriales que quieran emprender un viaje similar que basen sus proyectos " en unos fundamentos sólidos tanto científicos como estratégicos ". Recomiendan también buscar el apoyo de instituciones con experiencia, elegir un buen mentor y asegurar la viabilidad técnica, reguladora y económica. Por último, destacan la importancia de trabajar en una línea de investigación que genere interés, no sólo científico, sino también “ por su potencial impacto social y comercial ”, ya que esto es lo que, en última instancia, permite que una idea de laboratorio se convierta en una solución real para las personas.