De la mecánica cuántica se habla mucho, de hecho está llegando a nuestras vidas más rápido de lo que pensábamos: la utilizamos en los láseres, las resonancias magnéticas o en los chips de ordenadores. Su potencial transformador es enorme, según los datos del Boston Consulting Group el impacto económico de sus aplicaciones se cuantifica en decenas de millones de euros en los próximos cinco años. En un escenario cercano, la computación cuántica revolucionará geopolítica y económicamente la sociedad, e impactará de forma potencial en diferentes áreas de nuestras vidas: la salud, las finanzas, la criptografía o la seguridad, entre otras muchas. Por lo menos en la empresa Qilimanjaro Quantum Tech lo tienen muy claro y trabajan para conseguirlo desarrollando tanto software como hardware en el ámbito de la computación cuántica.

Qilimanjaro Quantum Tech, miembros del QuantumCAThub y del Quantum Industry Consortium , es una empresa derivada de tres centros de investigación de alto nivel, el Barcelona Supercomputing Center ( BSC ), el Instituto de Física de Altas Energías ( IFAE ) y la Universidad de Barcelona ( UB ). “ Decidimos iniciar la idea del proyecto en 2017 cuando Jose Ignacio Latorre, Artur Garcia y Pol Forn-Díaz tuvimos claro que queríamos impulsar una línea seria de computación cuántica ” nos explica Pol Forn- Díaz , Chief Hardware Architect. La principal misión de este proyecto es construir un ordenador cuántico y hacerlo desde el ámbito puramente académico era muy complicado debido a la financiación del proyecto. De esa situación nace la necesidad de crear la empresa más de un año después de proyectar la idea. Hoy en día el proyecto recibe el apoyo de asesores líderes mundiales del sector cuántico, y la empresa que lo desarrolla presenta todos los ingredientes del éxito: un equipo de investigadores de primer nivel y una tecnología de alto potencial dentro de un ecosistema privilegiado. El objetivo de esta spin-off es ofrecer un servicio completo democratizando esta revolucionaria tecnología, puesto que la nueva computadora, una máquina cuántica variacional, será accesible desde un servicio a la nube. Esto permitirá a empresas y usuarios explorar la posibilidad de aplicar algoritmos cuánticos a problemas de la vida real.
"Qilimanjaro presenta todos los ingredientes del éxito: un equipo de investigadores de primer nivel y una tecnología de un alto potencial dentro de un ecosistema privilegiado"
La investigación colaborativa ha sido uno de los elementos clave para el desarrollo de un proyecto que ha querido ir más allá de un campo tan aparentemente teórico como la mecánica cuántica. El equipo de Qilimanjaro ha sabido ver el potencial de sus aplicaciones en la computación cuántica y aplicarlo en un tiempo relativamente corto. Este alto rendimiento del proyecto es también consecuencia de trabajar con los tres centros de investigación de alto nivel mencionados. Por ello, el equipo de socios está formado por un investigador de cada uno de estos centros más otras dos personas con perfil empresarial que aportan su visión de negocio. Esta fusión de conocimiento y experiencia ha permitido a Qilimanjaro un continuo intercambio de recursos, así como el acceso a infraestructuras de alto nivel. Los investigadores del equipo se benefician del know-how empresarial para poder enfocar los outputs de su investigación hacia un ámbito más comercial.

Qilimanjaro Quantum Tech tiene en marcha cuatro proyectos de Doctorados Industriales, y otros dos proyectos están en proceso de resolución para empezar durante el año 2021. En el momento de gestación de la idea inicial de la empresa, el mundo se orientaba claramente hacia en las tecnologías cuánticas, creándose en Europa el FET Flagship por las tecnologías cuánticas, un contexto de explosión de empresas emergentes cuánticas en EE.UU. menor cantidad, también en Europa. “ Estos eventos nos motivaron a pensar que era el momento de intentar arrancar un proyecto arriesgado, pero con alto interés en todos los ámbitos (económico, sociedad, empresarial, etc.) y que podría ver la luz pronto ” comenta Victor Canivell , el CBO de Qilimanjaro. El desarrollo de estos proyectos se lleva a cabo en un entorno dual, empresarial y académico, generando dos líneas de pensamiento complementarias, y que la empresa sabe aprovechar.
Según nos explica Artur Garcia Saez, Chief Software Architect de la empresa, “ la principal diferencia en la parte empresarial de Qilimanjaro es en cómo se organizan los proyectos internamente por equipos, en compartimentos, con entregables para los clientes, que no es la forma de funcionar de los grupos de investigación académicos ”. Los convenios establecidos entre Qilimanjaro y las tres instituciones de investigación participantes permiten gestionar los aspectos más competitivos de una empresa emergente con el interés de publicaciones del mundo académico. El proyecto sobre computación cuántica de esta empresa nacida en 2019 es un verdadero caso de deep tech, con períodos de maduración largos precisamente por el uso de tecnologías avanzadas que evolucionan desde el mundo académico hasta el mundo empresarial como ha resultado de una estrecha colaboración.
"La fusión de conocimiento y experiencia ha permitido a Qilimanjaro un intercambio continuo de recursos, así como el acceso a infraestructuras de alto nivel."
El impacto de los proyectos de Qilimanjaro está previsto que sea muy alto en la optimización de ámbitos como la logística, la farmacéutica o las finanzas, entre otros. El tipo de computación cuántica que desarrollan se llama adiabática y, a diferencia de la computación cuántica de puertas que está encontrando muchos problemas en su desarrollo, la computación cuántica adiabática se centra en problemas concretos con una aplicación mucho más inmediata. El hecho es que Qilimanjaro ya ha firmado dos importantes contratos con clientes internacionales por valor de más de 3 millones de euros y ha visto aceptada su colaboración en el proyecto europeo H2020 “AVaQus” de computación cuántica, recientemente otorgado por la Comisión Europea bajo la dirección del dr. Pol Forn-Díaz y el IFAE. En una primera fase, Qilimanjaro vende servicios de desarrollo de algoritmos cuánticos para operar en simuladores de ordenadores clásicos o en prototipos cuánticos ya a su alcance vía cloud. " Esto nos ayuda a conocer casos de uso reales de clientes interesados en las aportaciones de la computación cuántica " comenta Artur Garcia S á ez. También están involucrados en proyectos de consultoría de transferencia tecnológica por entidades interesadas en desarrollar sus equipos de innovación, lo que ayuda a desarrollar las tecnologías de la nueva plataforma cuántica, uno de los objetivos estratégicos de la compañía. Entre sus objetivos comerciales destacan la ayuda que ofrecen a cualquier organización para convertirse en “ quantum ready ”, especialmente aquellas empresas que necesiten un gran poder de cálculo.
Esta doble visión, académica y empresarial, influye mucho en la formación de los doctorandos industriales que son, de hecho, un puente de colaboración entre estos dos entornos. Desde Qilimanjaro reconocen que el hecho de estar asociados a entidades de investigación importantes como el IFAE o el BSC beneficia mucho a los doctorandos industriales, ya que están expuestos al entorno académico y les motiva a mejorar sus condiciones de trabajo y la proyección de sus proyectos. En el caso de Qilimanjaro la mayoría de los doctorandos provienen del mundo académico y tienen un gran interés en descubrir la dinámica y las oportunidades complementarias que existen en el mundo de las empresas emergentes en el sector de la cuántica.
El Doctorado Industrial es una buena manera de retener talento altamente cualificado en el tejido productivo, especialmente en empresas como Qilimanjaro quienes necesitan un talento muy específico. La captación de este talento es uno de sus objetivos fundamentales, y así lo certifica Pol Forn-Díaz cuando nos explica el caso de uno de sus doctorandos industriales quien “proviene directamente de la industria y claramente tiene una vocación de innovar con nuevas tecnologías, que es precisamente lo que una empresa como Qilimanjaro necesita ”. El equipo de Qilimanjaro está formado por estudiantes e investigadores internacionales de Japón, China, Holanda, Irlanda y Alemania, entre otros, que han desarrollado parte de su carrera profesional en el extranjero. Esta característica hace que la red de contactos en el ámbito de la computación cuántica sea realmente amplia aportando al proyecto el apoyo de asesores líderes mundiales del sector cuántico.
“Yo recomendaría mucho al Doctorado Industrial a cualquiera que esté interesado en un doctorado; me ha proporcionado un marco más centrado en la investigación original en comparación con un doctorado tradicional, puesto que sus objetivos están alineados con los de la empresa”

Los doctorandos involucrados en estos proyectos destacan aspectos característicos del Plan de Doctorados Industriales, como es el caso del testimonio de Jordi Riu al afirmar que “ los proyectos de Doctorados Industriales potencian el desarrollo de investigación aplicada en entornos de producción reales, facilitando el acceso a formación específica y transversal y los recursos de ambos ámbitos, tanto empresarial como académico ”. Otros doctorandos destacan la oportunidad de trabajar en un sector de alta innovación como la computación cuántica, como es el caso de Yifei Chen, venida expresamente desde China hasta Barcelona para participar en uno de los proyectos de Doctorados Industriales de Qilimanjaro. Yifei nos explica que realmente se siente muy afortunada de participar en este proyecto de Doctorado Industrial, y que llevaba tiempo buscando una plaza de doctorado en esta el área de computación cuántica . " La inversión en el proyecto demuestra que la Generalitat de Cataluña está muy preocupada por la ciencia y la tecnología " indica la propia Yifei. Es la primera vez que Yifei combina la experiencia como estudiante mientras trabaja en una empresa al mismo tiempo. Nos explica que es un reto equilibrarlos y cómo debe invertir mucha energía: " puedo tener los recursos tanto de la universidad como de la empresa ". El día a día de los doctorandos es un trabajo combinado entre la Universidad y la empresa. “ En la etapa principal, para los académicos y las empresas, lo que necesito hacer no es muy distinto. Tengo la reunión por lo menos una vez a la semana con el grupo en la universidad y la empresa respectivamente. Lo que es algo diferente del trabajo académico es que necesito comunicarme con los clientes de nuestra empresa. Puedo aprender mucho en el área que me interesa ” nos explica Yifei sobre la experiencia de desarrollar su investigación aplicada en un ámbito dual.
Otro de los doctorandos industriales es David Quinn, llegado a Barcelona desde Irlanda aportando su talento al proyecto. Su experiencia trabajando en el diseño de qubits y trabajando junto a reconocidos investigadores en la computación cuántica, ha aportado unas habilidades extremadamente útiles para el desarrollo de los objetivos de Qilimanjaro. David nos destaca el valor de participar en un Doctorado Industrial: “ yo recomendaría mucho al Doctorado Industrial a cualquiera que esté interesado en un doctorado; me ha proporcionado un marco más centrado en la investigación original en comparación con un doctorado tradicional, ya que sus objetivos están alineados con los de la empresa ”.
La alta calidad de la investigación que desarrollan en Qilimanjaro ha otorgado mucho prestigio a esta compañía catalana, que dispone de la experiencia de la importante trayectoria de su equipo fundador, liderado por el profesor José Ignacio Latorre, de la Facultad de Física de la Universidad de Barcelona (UB) y director del Center for Quantum Technologies en Singapur, el dr. Pol Forn-Díaz, del Instituto de Física de Altas Energías (IFAE), y el Dr. Artur Garcia Sáez, del Barcelona Supercomputing Center (BSC). Un equipo de fundadores científicos complementado por dos fundadores del ámbito empresarial, Víctor Canivell y Jordi Blasco, quienes aportan experiencia ejecutiva en el sector informático y de fusión y adquisición de empresas (M&A), respectivamente. El propio José Ignacio Latorre, uno de los investigadores españoles más reconocidos en el campo de la física cuántica, reconocía en una entrevista en El Periódico cómo la computación cuántica será la tecnología que producirá una mayor disrupción en nuestra sociedad. Tras el primer hito importante realizado por el prototipo de procesador cuántico de Google en 2019 formado por 54 qubits, o bits cuánticos, donde se superó a los mejores superordenadores digitales de la Tierra en un problema puramente académico, Qilimanjaro calcula que habrá un período de unos años en los que se espera que no haya ningún impacto con aplicaciones reales. Así lo afirma Pol Forn-Díaz cuando nos comenta que ya en unos cinco años “ tendrían que empezar a aparecer procesadores cuánticos de cierto tamaño que tendrán el primer impacto resolviendo problemas con aplicaciones reales en muchos sectores, de las finanzas a la logística, y la búsqueda de los nuevos materiales y nuevas moléculas para el sector farmacéutico ”. La principal ambición del equipo de Qilimanjaro es desarrollar un procesador entre aquellos que tendrán las primeras aplicaciones reales a su alcance, y en esta línea estamos seguros de que los proyectos de Doctorados Industriales les ayudarán a lograr este reto.
